jueves, 23 de diciembre de 2010

CUANDO YA FUE SUFICIENTE SENTIRSE COMO EL ORTO



Esta mañana filosofaba por msn con un/a gran colega (síiiiiiiiiiiii, sos vos!!!). Lamentablemente no se trataba de una ocasión venturosa para departir, no sé cuál de los dos cargaba con el mayor peso emocional.
Hasta que, como todo camino de descenso, yo sentí que ya era demasiado sentir el pecho oprimido, la lágrima salir, la respiración agitada y contenida alternadamente.
Sí, me crucé alguien que no me supo valorar. Y lamentablemente, colega mío/a, vos también.
Ambos jugamos nuestras cartas, hicimos todo cuanto pudimos, creo que ninguno desconoce nuestras limitaciones, pero tampoco pesa habernos disculpado por ello.
Pero, todo lo equivocado, el sufrimiento, la fucking D-E-S-I-L-U-S-I-O-N, todo eso que nos ha pasado, todo eso que pareciera insuperable hoy, todo eso es nada más y nada menos una parte de todo lo que debemos aprender.
Una vez dije, y creo que voy a patentar la frase: "no compro chamuyos, compro detalles", y la verdad, sólo decirlo me hace sentir menos boludo, un poco más determinado en dirección y magnitud de mis objetivos por conseguir.
Sí, me crucé a alguien que no me quiso como yo a ella... ¿Y?
¿Acaso soy menos capaz por eso?
¿Soy un tipo menos hermoso?
Eso que me pasó, ¿me volvió invisible para el resto del mundo (léase: el resto de las mujeres)?
¿Acaso el desengaño es sinónimo de que en la vida me va a ir mal irremediable y consecutivamente?
Y mi humilde respuesta es: NO.
Lo que no me mata, me fortalece, aún en el caso de mi corazón roto.
¡Gracias! Porque me obligaste a mejorar, a cambiar, a aprender que no todo lo que brilla es oro, que no interesan las mil palabras, interesan los actos que parecen más insignificantes.
Hoy soy mejor, mañana seré alguien increíble.
Colega: hoy duele, mañana menos, y así será sin dudas un camino de ascenso y que significará cada vez más y más felicidad.
Simplemente porque hoy, APRENDIMOS A ELEGIRNOS.

Adiéu