domingo, 3 de octubre de 2010

SIN DETENERSE, SIN DESCANSO, SIN SENTIR...



Por varios motivos, éste momento de mi vida se siente como "momento 0". Lejos de mi historia reciente, alejado y a la vez sintiendo todo tan reciente... Es extraño planificar, decidir y ejecutar, cuando siento que probablemente ahora las consecuencias de mis actos no me son tan "ciertas", no por impredecibles (que nunca dejan de serlo), sino porque si bien sé qué puedo lograr, no encuentro el espíritu que suele animar las actitudes que uno encara de buen ánimo.

Supongo que es cuestión de tiempo, de que éste momento 0 se convierta -de a poco- en cotidianeidad. Que todo lo que saldré a buscar mañana me marcará, marcará mis días, mi situación y me pondrá en las manos nuevas herramientas para esta batalla llamada vida.

Quiero decir que no te odio. No podría, aunque alguna vez lo deseé fervientemente. No te odio y sabes bien lo que espero de vos, tuve la fortuna de poder decírtelo y luego tener una charla amena como hace meses no tenemos. Ese sólo hecho, esa hora (o quizás más) al teléfono hoy fue esperanzadora, no en un sentido "platónico", sino en un sentido humano. Creo que es mi momento de comenzar a entenderte.