viernes, 23 de enero de 2009

YENDO Y YENDO, SÉ QUE ME VOY VOLVIENDO


es extraño, y a la distancia, divertido todo lo que puede ocurrir cuando se viaja, y cuando se abandona un poco el molde de un comportamiento convencional...
quizás tomando riesgos, me aventuré en un viaje que, en sí mismo, era una especie de invitación al conflicto... pero... por más vueltas que le dí al asunto en mi cabeza, ganó el corazón y el afecto incondicional hacia alguien único en su especie...
entonces, me entregué a las horas más intensas y llenas de paz que viví en AÑOS....
a habitar lugares no prohibidos, pero inflamables, digamos... a gozar de compañías que a muchos no les gustarían... a dejarme ir tal cual soy con alguien que no reprocha nada, no juzga actitudes, y no deja de mirar con cariño...
viajes mágicos, momentos únicos, acabo de cometer el primero de una serie interminable (ahora lo sé y me propongo reincidir) de "errores" en la elección de mis lugares de esparcimiento...