digo adiós
a tu esquiva presencia
y a tu omnipresente comodidad
me despido
aunque nadie lo crea
y tampoco vayan a apoyarme
esto no es vida
tampoco una miel de aquél "amor"
es casi nada
y ese "casi" es minúsculo e irrelevante
un "casi" casi hipócrita
lleno de obligaciones y lugares comunes
un páramo donde tu sonríes
donde sólo tú podrías sonreir
dejo ese vetusto lugar
no quiero desearte más, no quiero quererte ya
duele, duele y dolerá más, lo sé
no entiendes, no me quieres, jamás lo harás
te digo adiós y es sentido
darás vuelta la cara, sentirás que soy un traidor
pero nada más me duele que dejarte sentada en tu trono
y no te preocupes
poco tiempo pasará, para que vuelvas a tu comodidad
los insensatos son muchos y siempre pernoctan en las mismas flores
las más hermosas, las más oscuras, las siempre ponsoñozas
