lunes, 2 de febrero de 2009

MIS AMIGOS



EXISTEN DÍAS EN QUE DUDO,
ANTES QUE DEL SOL Y SUS BONDADES,
Y DE LAS CERTEZAS APRENDIDAS,
DE MÍ, DUDO DE MI PROPIA MISERIA Y MI DIVINA NOBLEZA

PARECIERA, EN ESOS DÍAS,
QUE CADA PASO FUERA MÁS HACIA EL FONDO
QUE YA CASI NO PUDIERA
VER SOBRE MI HOMBRO Y RECORDAR AL SOL Y A LAS CERTEZAS

DIJE PARECIERA,
MÁS NO DIJE “HAY DÍAS…”
PORQUE ESTA ANGUSTIA SE AHOGA EN UN MERO PARECER

PORQUE ME HAN ENSEÑADO
A NO LLORAR ANTE AQUÉL GRIS Y CIEGO PARECER
QUE ESA ANGUSTIA ES SÓLO EL ECO
DE TODO LO QUE HA DOLIDO SER QUIÉN HOY SOY

Y NO HUBIERA APRENDIDO DE NO SER POR ELLOS
NO HUBIERA ESCUCHADO JAMÁS
SI LAS PALABRAS DICHAS NO HUBIERAN NACIDO DEL CORAZÓN
- Y MENOS HUBIERA COMPRENDIDO -
SI CADA ‘TE QUIERO’ NO HUBIERA SIDO CONCEBIDO EN UN ABRAZO
NADA YO SERÍA, EXCEPTO UNA DUDA
SI NO HUBIERA DADO CON OJOS SINCEROS
CON VOCES INCANSABLES DE INCANSABLES GUERREROS
Y SI MI MANO, EN LA NOCHE, NO HUBIERA ENCONTRADO QUIÉN LA TOME…

QUERER SIN QUERERSE



Soy poco
Soy pasajero
Soy apenas un incidente
Una luz amarilla en tu desbocada existencia

Apenas existo en tus pequeños descuidos
Dejo de ser la inminencia
Y me transformo en una o dos frases curiosas
En “lo raro y lo importante” de cada día hábil

Soy poco en muchos sentidos
Confiable en extremo de día
Inoportuno si aún en las noches deseo oírte
Incansable e incomprensible si quisiera que me escucharas

Soy la caricia sin respuesta
La compañía gratuita de la desesperación
Soy el que aún no merece tus labios
El que siempre se equivoca si logra un acierto

Soy la noche sin preguntas
La proposición nunca propuesta
Esa carta que no llega
Esa carta que siempre suma

Soy quien no puede mentir
Soy tu confesor sin aspiraciones
El lecho para todo mal
Soy quien solo (¿?) te acompaña